Del ruido de las bombas a LA MUSICALIDAD DE LAS PALABRAS
Decía el dulce y amoroso RUMI, escribiendo desde su corazón iluminado: “ELEVA TUS PALABRAS NO TU VOZ, es la lluvia la que hace crecer las flores y no los truenos”.
Decía el dulce y amoroso RUMI, escribiendo desde su corazón iluminado: “ELEVA TUS PALABRAS NO TU VOZ, es la lluvia la que hace crecer las flores y no los truenos”.
Cuando hay harinas de otros costales, como las masas poco hechas, hay que mezclarlas con fermentos antiguos.
Más allá de las culturas, más allá de las lenguas, está el campo de la correlación infinita
Todos los seres residen en la conciencia de un modo adecuado a su naturaleza.