Los padres tratan de controlar las amistades de los hijos, para que no tengan malas influencias, y luego los mayores descuidan las que ellos reciben.
Somos influyentes y somos influidos continuamente. Tal como somos así influimos en los demás y tal como son nos influyen.
Nuestras ventanas son los sentidos abiertos al intercambio, difícil de frenar aquello que ya entro y pasó al sistema nervioso e influyó en alguna parte del cuerpo. Las lecciones teóricas para frenar esas influencias no son tan eficaces, pero sí es eficaz tener el sistema nervioso calmado y ordenado para que todo ataque exterior sea neutralizado sin dañar al cuerpo.
Nacimos con ese Don neutralizador que se activa incluso antes de que la mente perciba el ataque. Muchos son los recursos con los que hemos nacido y muchos son los recursos que despreciamos continuamente.
El desequilibrio interno atrae a los desequilibradores. Pueden ser personas que hemos atraído, bien porque venían en nuestro pack kármico del pasado o bien porque hemos ido avanzando en una dirección que nos lleva a esas influencias. El desequilibrio interno es atraído por alimentos desequilibrantes y enfermizos, pero es el gusto del momento que pide saciedad. Hartos hasta la saciedad es la enfermedad, como el consumo excesivo de azúcares, harinas y más que atraen hasta enfermar.
Tener cerca a una persona negativa, mal pensante, criticona, nos influye mucho, incluso sin darnos cuenta nuestra forma de ser antes era aceptable y ahora es mucho peor. Se dice que dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición. La convivencia influye muchísimo y más fácil lo tiene la parte negativa cuando no hay equilibrio en la otra parte.
Los niños son fáciles de influir, y los mayores hacemos valer nuestro criterio y gustos. La vida desequilibrada de los mayores y gustos alejados de vivir en sintonía con la ley natural marcan la vida de los menores que se volverán de la misma condición.
Aquellos jóvenes que tengan desarrollado su nivel de inteligencia y sensibilidad tendrán más fácil ser felices y alejarse del sufrimiento que causan los mayores.
Organizaciones o empresas que contraten personas de nefastas influencias pueden hundirlas. Saber seleccionar no es nada fácil.
Qué difícil es detectar los desequilibrios propios y más admitirlos. La mota en el ojo ajeno se ve, pero no se quiere ver la tremenda tara que se lleva a cuesta. La maldad oculta disimulada igualmente tiene una influencia nociva y el karma es infalible. Son daños que aunque vuelvan al infractor no deja de influir porque somos conciencia colectiva.
Lo que pasa en Baza, Líbano, Irán es inadmisible. El genocida no duerme porque que el estrés maligno es insomne. Piensa en que hay que eliminar el mal desde la raíz, pero nunca piensa si forma parte de esa raíz. Luego se actúa desde esa maligna raíz llamada odio, una enfermedad contaminante que se propaga y daña a todo el planeta.
Vivimos bajo influencias, sean positivas o negativas. Cada acción llega a todas partes. Estar en una cárcel o en un hospital trabajando unas horas es agotador, porque allí donde hay una alta concentración de estrés o sufrimiento, la contaminación es poderosa. El daño se puede ver a nivel físico, el intestino sufre y propaga enfermedad.
Estar tiempo al lado de una mente asesina o despiadada es agotador.
Por razones de salud conviene alejarse de las malas influencias. No damos suficiente importancia a evitar las malas influencias, en principio no hay capacidad para percibir qué nos enferma ya sea un grupo, una persona o los alimentos que ingerimos.
Se puede estar trabajando para una empresa con un salario muy alto, pero con unos principios de vida muy bajos. Esa cooperación afecta y hay corresponsabilidad. Se puede seguir una costumbre alimentaria que sea nociva y no darse cuenta que manipula la forma de pensar y sentir.
Si el salario o alimento es importante más importante es su procedencia. Qué bien tener tanta reserva económica, como qué bien tener tanta reserva de nutrientes. Ahí ya nos olvidamos de la raíz, de la procedencia. No basta decir no me importa cómo llegó, lo importante es que tengo satisfechas mis necesidades para mucho tiempo. Esto puede ser una grave negligencia y luego se dirá qué hice para merecer esto.
No todo el campo es orégano. No todo es oro lo que reluce. Hay que salir de viejas costumbres que son las más difíciles. El otro día en un medio de comunicación decía un médico: si tu cardiólogo te dice que no tomes sal, cambia de cardiólogo, porque la causa de tu problema cardiovascular no es la sal, sino la falta de electrólisis por no poner sal en el agua. El corazón y el cerebro son órganos eléctricos, se necesita la electrólisis, poniendo sal en el agua, unos 5 g. por litro, para una buena conductividad que mejore el sistema cardiovascular, así como el riego cerebral. Esto es toda una sorpresa después de tantas décadas escuchando no tomes sal, fuera la sal.
Hay superalimento que nutren como el supersalario, pero si no se tiene en cuenta la procedencia puede enfermar. Los alimentos que proceden del campo ecológico son ordenados, el Orden es el principio de la nutrición. Tomar alimentos que proceden de campos envenenados dañaran al cuerpo. Igualmente, la proteína de animales puede ser superalimento pero la procedencia producirá desorden. El estrés de los animales acompaña, junto al subidón de adrenalina de la matanza. Los animales sufren y eso se ingiere. El sistema nervioso del animal sacrificado difiere considerablemente del sistema nervioso humano, y no es necesario ese tipo de transfusión alimentaria cuando tenemos los alimentos de campos ecológicos. El intestino sufre cuando el alimento no es adecuado por su constitución. En el intestino está la fábrica de Nutrición, así como de pus, infección e inflamación. No limpies solo el grano o la bolsita de pus en alguna parte del cuerpo, ve también donde se fabrica y evita sus causas.
Muchas guerras se evitarían con la prohibición de ventas armas, muchas guerras se evitarían con el cierre de centros de formación que tiene desinformada a la humanidad. No más matanzas de niños ni mujeres, pero este mundo tan loco necesita aumentar su nivel de consciencia si deseo sobrevivir.
¿Quién eres para decidir a los que deben morir? ¿Conoces a algún maestro que se dedique a matar? ¿conoces a alguien que sepa crear paz destruyendo sin parar?
Luego entramos en los intereses o gustos personales de animales de compañía y los animales que hay que sacrificar para el banquete. ¿Por qué perros y gatos tienen amnistía y otros nacen condenados a morir? ¿Quién eres para decidir qué animal es para segundo plato y cuál para dormir con ellos?
¿De qué sirve pedir igualdad y respeto si luego somos cooperantes de genocidios o banquetes?
No esperemos que los locos cambien. La locura mundial tiene una solución sencilla, está a nivel individual. Desde casa, desde la cocina, cambia la energía que transportas e tendremos menos estrés social. General coherencia cerebral y esa fuerza organizadora comenzará a neutralizar la creciente ola destructiva.
Ni el tiempo ni las mareas esperan a nadie. Hoy tenemos que frenar la locura. Siéntate en casa, cierra los ojos durante 20 minutos y practica la Técnica Meditación Trascendental que bien probado tiene su capacidad de crear coherencia interhemisférica en el cerebro.
Siéntate y piensa bien qué alimentos deben nutrir tu cuerpo porque sin salud nada tiene valor.
Pide nuestros alimentos ecológicos y permítenos crecer para llegar a más hogares.
Ayuda a quienes trabajamos por la Paz Mundial.
Nerja, 22 de Junio de 2025.-
Servimos alimentos saludables y deliciosos

Enseñamos el Arte de Trascender con la tecnología Meditación Trascendental
Para que tengamos una cuerpo más sano y una mente más sensitiva para disfrutar más.
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