Más allá de las culturas, más allá de las lenguas, está el campo de la correlación infinita, allí donde la palabra no existe, donde solo existe un sentimiento tan fino como conmovedor; palabras que no llegan a salir y que puedan entenderse se dan únicamente cuando no hay distancia. Este el nivel más elevado en la comunicación. Se puede hablar un mismo idioma y no entenderse nada. No existe ninguna lengua que sea capaz de unir perfectamente a dos personas. Sin embargo en la correlación infinita, perceptible en el silencio del lenguaje, se llega a comprender hasta lo incomprensible.

Señores dirigentes, señorías: no os esforcéis tanto en hablar ni ser tan cansinos. Divulgad el lenguaje que está más allá de la palabra, que es sencillamente el lenguaje del corazón. Se habla demasiado y no se resuelve lo importante. Los tiempos están cambiando, por ese camino la distancia no se estrecha sino que se aleja más.